¿En qué consiste la ecoeficiencia?

¿En qué consiste la ecoeficiencia?

En los últimos años, mucho se habla del término ecoeficiencia. Un concepto que se ha llevado al ámbito empresarial. Sin embargo, ¿a qué se refiere este en concreto? ¿Cuáles son sus usos y aplicaciones? ¿Es una tendencia pasajera o ha llegado para quedarse?

Al hablar de ecoeficiencia nos referimos a la capacidad de las organizaciones de producir más con menos. Una filosofía que implica que las empresas han de llevar a cabo una gestión eficiente de sus procesos de producción así como de los servicios que se llevan a cabo en el seno de las mismas.

Para llegar a la ecoeficiencia, las empresas realizan un suministro de bienes y servicios con precios competitivos. Estos satisfacen las necesidades humanas y dan calidad de vida. Y lo hacen al tiempo que reducen los impactos ecológicos de manera progresiva, así como la intensidad de uso de los recursos a lo largo de su ciclo de vida útil. ¿Hasta qué nivel? Al menos a un indicador acorde con la capacidad de carga estimada con la Tierra

Para ello, la ecoeficiencia supone la obtención de valor a través de un uso de los recursos, a través del rediseño de productos y servicios además de nuevas soluciones.¿En qué consiste la ecoeficiencia?

En lo que respecta a la ecoeficiencia empresarial, esta práctica funciona positivamente para los negocios en el sentido de que estos obtienen más valor, a través de un menor consumo de materiales y energía así como una reducción de sus emisiones.

De ahí que la ecoeficiencia se erija como una filosofía administrativa que impulsa a las empresas a buscar mejoras ambientales en paralelo a sus beneficios económicos. De igual manera, esta práctica se enfoca a las oportunidades de negocio, haciendo que las empresas obtengan una mayor rentabilidad y sean más responsables ambientalmente.

De ahí que esta práctica pueda servir a las empresas como un medio de desarrollo e implementación exitoso de las estrategias de los negocios, que los lleve a la sostenibilidad. Así, esta estrategia estará muy basada en la responsabilidad y la transparencia, además de en la cooperación con otras partes de la sociedad que comparte estos objetivos.

De igual manera, las empresas han de tener en cuenta que las oportunidades de la coeficiencia empresarial no se limitan a las grandes multinacionales y organizaciones, sino que, por el contrario, las pymes y las microempresas se pueden beneficiar de estas soluciones de la misma manera.

En lo que respecta a los criterios que esta filosofía contiene, entre ellos destacan los objetivos sociales y metas ambientales, siendo los más llamativos la minimización de la intensidad de uso de materiales, energía y contaminantes; el aumento de las posibilidades de reciclaje, uso de recursos renovables contra no renovables, aumento de la duración de los productos, así como el incremento de la intensidad de servicio de los productos.

Como muchos se habrán dado cuenta, al hablar de ecoeficiencia nos estamos refiriendo a un término que está estrechamente ligado al concepto de producción y consumo sostenible. El mismo debe formar parte de una agenda integral más amplia, en el que se aborde una focalización específica sobre producción sostenible y usos de bienes y servicios.

¿Para qué? En primer lugar para alentar la mejora continua de la eficiencia en el consumo de materiales y energía. Del mismo modo, esta apuesta también introduciría cambios en los patrones de oferta y demanda de bienes y servicios. Un cambio que dependería del énfasis que se haya hecho en una perspectiva de ciclo de vida de los procesos de manufactura.

Así, el uso, la reutilización, el reciclaje y la disposición de bienes y servicios se mantienen firmes. De ahí que pueda afirmarse que la ecoeficiencia busque ir más allá de la reducción de la contaminación  y el uso racional de los recursos de la empresa, sino que la misma pretende alcanzar aspectos de productividad concretas, a través del suministro de herramientas para la competitividad.

 

Ángel García