cinta matricial

La cinta matricial: qué es y para qué sirve

Los componentes de una impresora son diversos y complejos. De hecho, en función de la impresora que tengamos en casa o en la oficina diferirán sus consumibles, cartuchos de tinta que utilicemos y formas de uso que demos a las mismas. 

Así, dentro de la amplia gama de impresoras con las que contamos en la actualidad se distinguen tres tipos. De dos de ellas hemos hablado largo y tendido a lo largo de las sucesivas entradas de este blog. Son las impresoras láser o a inyección de tinta, que si bien difieren en cuanto a tecnología y funciones, agrupamos en una misma categoría.

cinta matricial

El otro tipo de impresora es la denominada de matriz de puntos. Estos objetos funcionan de una manera similar a las antiguas máquinas de escribir, de modo que las letras son impresas a través de distintas secuencias de puntos. Así, este tipo de impresora tiene una cinta matricial o cabeza de impresión que se desplaza de izquierda a derecha sobre la página, imprimiendo por impacto y oprimiendo la tinta contra el papel. De ahí que se asocie a la antigua máquina de escribir.

De este modo, en las impresoras matriciales las letras son obtenidas por selección de puntos de una matriz, dando la posibilidad al usuario de llevar a cabo distintos tipos de letra y gráficos en general. A la vez, puesto que necesita precisión mecánica, hablamos de impresoras que pueden generar copias carbón.

Con respecto al modo de producción concreto, conviene saber que cada punto es producido por un diminuto bastón metálico, que empujado por un electroimán choca con la cinta de tinta, junto a la cual se sitúa el papel y una pequeña muestra que sirve de guía.

Se trata de aparatos altamente duraderos a lo largo del tiempo, pero que con el uso y la intensidad van perdiendo progresiva eficacia. De hecho, la tinta puede invadir la cabeza de la impresión, generando una acumulación de la suciedad, que termina deformando la forma de los agujeros y achicando el ámbito de precisión de los bastones.

A pesar de los avances estas impresoras se siguen fabricando y vendiendo, por lo que muchas empresas se dedican a la comercialización de sus consumibles. Uno de los más importantes es la cinta matricial. Este elemento se trata del equivalente al cartucho de las impresoras a inyección de tinta, solo con la salvedad de su precio, que no suele ser superior a cinco euros.